Se acerca la temporada de buceo y desde Tecnomar Diving queremos recordaros 3 puntos clave a tener en cuenta antes de sumergirnos. 3 Consejos básicos que os ayudarán a retomar el buceo de forma segura y disfrutarlo al máximo.
Revisa tu equipo antes de bucear
La práctica del buceo depende totalmente del buen estado de tu equipo. Este ha de estar en óptimas condiciones antes de cada inmersión.
Para ello es imprescindible una revisión minuciosa por parte de un profesional certificado. Mediante estas revisiones nos aseguraremos que nuestro equipo funciona correctamente antes de comenzar la temporada.
Sigue las recomendaciones del fabricante y revisa su estado periódicamente. Si observas que hay partes de tu equipo deterioradas, o si tu equipo ha llegado al final de su vida útil, contempla la posibilidad de adquirir uno. La innovación tecnológica en el mundo del buceo continua sorprendiéndonos y la industria continúa desarrollando nuevos diseños y materiales, que buscan ofrecer al buceador una experiencia más cómoda y placentera con elementos más prácticos y eficientes.
Cuida tu salud y estado físico
Aunque el buceo recreativo, en principio, no demanda un estado físico excepcional, si es necesario estar en una condición física saludable. Recomendamos que comiences la temporada planificando un buceo conservador. Si no has podido entrenar demasiado durante el año, es preferible que comiences suavemente. Sé consciente de tus limitaciones.
Empieza con buceos asequibles, que no te supongan un sobresfuerzo. Debemos retomar el buceo de forma segura por lo que es preferible comenzar con inmersiones sencillas. A cotas de profundidad que no requieran de ti una respuesta física o psíquica demasiado exigente. Lo mejor es no asumir retos innecesarios el primer día. Buscaremos únicamente retomar sensaciones y testear nuestro estado físico real. Una inmersión “a poca agua” nos permitirá realizar un buceo seguro y placentero.
Otro elemento importante en este primer buceo del año es nuestro equipo. Un buceo asequible nos permitirá verificar que nuestro equipo de buceo está en buenas condiciones y que funciona correctamente. Ante un fallo en el equipo, será más fácil abortar la inmersión desde 9 metros de profundidad que desde 25.
Refresca tus conocimientos de buceo
Recuerda las técnicas y habilidades que aprendiste durante los cursos de certificación. Tenlas en cuenta antes de entrar en el agua.
El exceso de confianza puede jugarnos una mala pasada.
Independientemente del nivel de certificación que tengas, si hace más de un año que no buceas, deberías plantearte un curso de reciclaje. No es ningún demérito reconocer que estamos “oxidados”. Al contrario, es la mejor manera de retomar este deporte para que su práctica siga siendo segura y satisfactoria, y no una fuente de estrés añadida. Nuestro compañero y el centro de buceo con el que realicemos la salida nos lo agradecerán.
Recordar lo que aprendimos y practicar los ejercicios nos hará estar más seguros de nosotros mismos y más a gusto en el medio acuático. Una vez “refrescados” los conocimientos estaremos capacitados para realizar inmersiones más exigentes.
Recuerda
- Un estado físico que nos permita responder a las diversas situaciones bajo el agua, será uno de los ingredientes para un buceo controlado y seguro, pues contribuirá a un menor estrés y un menor consumo de aire.
- Un equipo en perfectas condiciones de uso, nos permitirá centrarnos en bucear mientras disfrutamos de sus prestaciones.
- Un buzo con las maniobras y habilidades al día, se sentirá más seguro y cómodo bajo el agua; será capaz de solventar los imprevistos que puedan surgir durante la inmersión.